Tres puntos en el segundo set (25-22), dos en el tercero (21-25); uno en el cuarto (25-23) y dos en el quinto (12-15). Estas son los guarismos que mejor reflejan el robo al que se vio sometido un impotente Unviersidad de Burgos, que comprobó cómo los puntos subían al marcador para ser anulados posteriormente por la pareja arbitral.
Los señores Martín y Vega optaron por compensar al Caja de Ávila de sus ajustadas derrotas en anteriores jornadas y decidieron olvidarse de su ecuanimidad para hacer un regalo a las jugadoras de Daniel Gallardo.
Restaron puntos a la plantilla del Universidad de Burgos, que perfectamente podían haber significado igualmente la derrota, pero desde luego hubieran aportado una mínima tranquilidad y confianza en las jugadoras de José Miguel Pérez para encarar de manera más contundente el duelo.
De esta forma tan lastimosa e injusta el Universidad de Burgos cerró el año con una derrota, propiciada casi en exclusividad por la pareja arbitral. Ante situaciones como la vivida anoche, vuelve a surgir la pregunta ¿qué consecuencia tienen las decisiones injustas para quien las toma? ¿Por qué no se toman medidas? La única esperanza que queda es confiar en que en un futuro no muy lejano los dirigentes opten por tomar en consideración que los árbitros también deben sufrir por sus erróneas decisiones.

Cerrar el año con victoria era el objetivo. Sin embargo, las jugadoras de José Miguel Pérez no salieron a la pista muy centradas en el juego y les costó mucho meterse en el partido. Fruto de esa apatía, a pesar de los tiempos muertos de Josemi, acabaron perdiendo el primer set por 14-25.
En el segundo, la entrega fue más destacada, aunque tuvieron que sufrir mucho para superar las protestonas jugadoras abulenses, a pesar del empecinamiento de los colegiados. Una muestra: con el marcador 3-3, Silvia envía un balón magnífico al campo contrario que las jugadoras del Caja de Ávila no aciertan a rematar; en teoría el marcador debía lucir un 4-3, pero los arbitros señalaron fuera en dos ocasiones y se pasó a un 3-5. Con mucho trabajo, el Universidad de Burgos equilibró el partido 25-22.
El tercer set discurrió de la misma dinámica, pero en esta ocasión la balanza se inclinó a favor de las visitantes, sobre todo por los sucesivos fallos en el saque, donde las jugadoras del Universidad de Burgos hicieron ayer gala de un gran desacierto (21-25).
Volvió a aparecer el pundonor y el coraje, pero sobre todo la magnífica aportación de Enia Martínez en el ataque (en detrimento de Maritere Martín) y el UBU volvió a igualar la contienda (25-23).
En el quinto set, el saque y el robo de los árbitros (Silvia logró el punto 12-10, que fue estatimado y se convirtió en un 11-11) fueron claves para que cundiera la desesperación y el Universidad de Burgos perdiera un partido, donde sus rivales contaron con una injusta ayuda externa.
Extraído del Diario de Burgos
Parciales: 14-25, 25-22, 21-25, 25-23 y 12-15
Árbitros: Rubin Martin (Valladolid) y Angel Vega (Santander). Sin comentarios, más de lo mismo. Amonestaron a Sara Pérez por sus reiteradas protestas fuera de tono.
ESTADISTICAS DE LOS EQUIPOS:
Universidad de Burgos: Silvia Fernández (21), Ana Paula Alves (19), Roseli de Melo (15), Enia Martínez (14), Elisenda Herms (9), Maria Teresa Martín (5), Fabiana Berto (4) y Elena Esteban -Líbero-
Caja de Ávila CSC: Bojana Doganjic (22), Monica Bahnson (20), Luciana Ruiz (13), Esther Rodriguez (10), Inmaculada Torres (9), Sara Pérez (3), Priscila Egusquiza, Aleksandra Rankovic y Patricia Rodríguez -Líbero-
Incidencias: Estadio Muncipal de ‘El Plantio’ ante 500 espectadores. El Universidad de Burgos saltó al campo portando una camiseta con el mensaje «Dona Sangre». Ortega Lara hizo entrega de una placa al equipo burgalés en agradecimiento a que las chicas donaran sangre.