El Correo de Burgos. La Federación Española impide jugar a Miloserdova, Marcelinha, Soraya Santos y Mariana Alves por no tener en regla su transfer internacional.
Se cumplieron los peores pronósticos. La historia de los últimos años volvió a repetirse y los problemas burocráticos con los transfers de sus jugadoras internacionales jugaron otra vez una mala pasada al Universidad de Burgos en la primera semifinal de la Supercopa de España. José Miguel Pérez tuvo que afrontar el duelo frente al anfitrión y vigente campeón de Liga y Copa, el CAV Murcia 2005, sin sus cuatro extranjeras (Regina Miloserdova, Marcelinha, Mariana Alves y Soraya Santos), con lo que no pudo plantear apenas oposición a su potente contrincante, que contaba con su plantilla de lujo al completo.
Los resultados parciales 25-16, 25-10 y 25-14 muestran la diferencia habida entre ambos conjuntos sobre la cancha del Príncipe de Asturias murciano, absolutamente irreal, pues las castellanas jugaron sin cuatro de las a priori titulares. Así, las cosas José Miguel Pérez tuvo que improvisar un equipo con las únicasa seis jugadoras que le quedaban y sin líbero (Ana Ramírez actuó de atacante).
CAV Murcia 2005 se presentaba con apenas cuatro entrenamientos con todo el equipo pero esa falta de acoplamiento no fue óbice para que las murcianas dominasen con mano férrea a un UBU voluntarioso pero que no pudo replicar a las actuales campeonas ligueras. Una leve fase de tanteo dio paso al rodillo local. Con el conjunto murciano a pleno rendimiento con sus estrellas, el UBU ponía en su ilusión y en la labor de una inspirada Mireya Delgado sus bazas de una sorpresa que no se produciría. Ana Ibis Fernández y Diana Sánchez escoltaban a Priscila Rivera en la tarea de abrir diferencias en el marcador hasta el 25-16 del primer set.
El segundo parcial no varió el panórama y a pesar de los intentos del UBU, la diferencia sobre la pista se agigantaba. Murcia ejercía de dominador y caminaba hacia el triunfo final con claridad (25-10). El desparpajo de Mireya Delgado, y el esfuerzo en recepción de María José Garrido y Ana Ramírez despertó a las castellanas en el arranque del tercer set. Una leve ventaja burgalesa que servía de recompensa a su esfuerzo, pero que Murcia borró en un suspiro (25-14).