El Universidad de Burgos logró en la tarde de ayer un triunfo heroico sobre el Haro Rioja Voley. El bloque universitario se impuso a su histórica bestia negra en un encuentro en el que tuvo que hacer frente a todas las adversidades, terminando con un equipo en el que formaban tres jugadoras de menos de 20 años y la norteamericana Michelle Moriarty, recién llegada a Burgos y que dejó buenas sensaciones en su debut. El marcador final (3-1), no obstante, no refleja fielmente la tremenda igualdad del choque, que tuvo una duración de casi dos horas.
Había comenzado el duelo a las mil maravillas para el Universidad de Burgos. Moriarty se mostraba acertada en la colocación, buscando de manera alternativa a Soraya Santos y Pepo Garrido, que sumaban puntos con facilidad. Pero además las castellanas dominaban el primer set a su antojo gracias al acierto de Mireya Delgado en el saque, que castigó sin piedad a Marta Sánchez, logrando un parcial de 9-0 (11-4) que acabaría resultando definitivo.
Xavier Perales, entrenador del Haro, reaccionó tarde a los problemas de recepción de su jugadora y dio entrada a María José Blas cuando el daño ya estaba hecho. La diferencia fue insalvable para el bloque riojano y el primer set se lo apuntó el UBU (25-15) con una autoridad pasmosa.
Pese a ello, las malas noticias se incrementaron para las burgalesas en ese parcial. A la dificultad de jugar sin Sara González y la falta de rodaje de la nueva colocadora hubo que unir la ausencia de Pepo Garrido, que no pudo acabar el primer parcial. Con 23-12 chocó, tratando de salvar un remate, con la rodilla de Moriarty y se llevó un fuerte golpe en la frente. El chichón que le originó de manera inmediata impidió que siguiera sobre la pista y varios minutos después, en vista de que el hielo no lograba menguar el daño, se trasladó al Centro Asistencial de Burgos para descartar daños internos.
Aplomo
Así, el UBU se vio obligado, pese al set a favor, a jugar el partido ante su bestia negra con las jovencísimas Julia Rodríguez, Alba Sánchez y Mireya Delgado sobre la cancha. La falta de Pepo, además, limitó los recursos en el remate y el UBU gravitó desde ese momento sobre la inspiración de Soraya Santos, con leves apariciones de Regi Miloserdova, como siempre segura en el remate.
Pese a todo, las jugadoras del UBU mostraron un gran aplomo y un esfuerzo y derroche físico incontestable. Siguieron tres mangas de auténtico lujo, de una intensidad enorme y de pocos errores, donde las defensas ofrecieron puntos de gran emoción.
La primera de ellas se la apuntó Haro con más dificultades de las que marcó el electrónico (18-25), mientras que en la tercera y cuarta la balanza se desniveló en favor de las universitarias gracias al mayor acierto en los tantos definitivos (26-24 y 27-25).
Diario de Burgos