A los contratiempos ya conocidos por el tremendo desgaste físico acumulado el pasado fin de semana para conseguir el subcampeonato de la Copa de la Reina, del que regresó con varias jugadoras tocadas, se unió al principio de semana la importantísima baja de su colocadora titular, Marcelinha, ingresada en el Hospital Recoletas desde el pasado martes por unos problemas renales que la provocaban fiebre.
De salida fueron las canarias quienes tomaron la iniciativa en el luminoso (1-3) sorprendiendo al maltrecho combinado burgalés. Pero poco a poco, a medida que se fue mostrando más incisivo con el saque y sobre todo cuando se puso las pilas en el bloqueo, comenzó la remontada (7-5). La superioridad castellana era manifiesta en el centro de la red, donde Miloserdova y González dominaban la situación (10-8) ante un rival que se empleaba con ahínco en la defensa de segunda línea, pero que apenas planteaba oposición con su muralla de vanguardia.
Las de las Palmas sufrían en exceso en la recepción, lo que allanaba el camino de un UBU a medio gas pero efectivo en el remate (16-12), sobre todo cuando empezó a dejarse ver Soraya por las alas (19-13). El técnico visitante solicitó un tiempo muerto para frenar la racha local y empezaron sus pupilas a bloquear un par de ataques del CV Diego Porcelos, que las sirvieron para maquillar mínimanente el resultado e incluso para hacer temer por el resultado final del set (21-19). José Miguel Pérez paró el choque para dar instrucciones a las suyas. La reacción del UBU fue inmediata. Las artilleras Alves y Soraya afinaron puntería (23-20), pero dos errores no forzados metieron de nuevo a las visitantes en el duelo (23-22). Luego un error canario y un bloqueo de Miloserdova cerraron la manga (25-22).
Mucho más concentrada regresó a la pista del cuadro de José Miguel Pérez. Superados los nervios iniciales con la consecución del primer set, el UBU comenzó a mostrar su mejor versión. Siguió arriesgando en el saque, con lo que alejaba a las mejores atacantes visitantes de la primera jugada, y luego machacaba una y otra vez el campo canario con los buenos remates de Soraya, Miloserdova y Sara González para llegar 8-3 al primer tiempo técnico. Y luego el bloqueo local hizo el resto para terminar sacando del partido a las insulares (11-5) obligando a su entrenador a agotar de forma muy prematura sus dos tiempos muertos.
Entonces pasaron entonces las castellanas por un momento de bajón que permitió a su contrincante darse un respiro (13-10), pero fue un espejismo, porque el UBU no estaba dispuesto a alargar innecesariamente el duelo (16-11). Sin embargo, la historia volvió a repetirse y las canarias, echando el resto, apretaron el marcador (18-18). El cansancio empezó a hacer mella en las filas burgalesas y la oportunidad no la desaprovechó el Playa de las Canteras para ponerse por delante en el electrónico con Suárez al saque.
Cuando más difíciles estaban las cosas las de El Plantío apelaron a su garra para poner las cosas en su sitio. Las canarias salvaron hasta tres bolas de set (24-21), pero un fallo de saque de Negrín en la cuarta supuso el 25-23.
Y con el duelo encarrilado el UBU echó el resto para cerrar el partido por la vía rápida. De la mano de Sara González arrancó la moto para dejar bien a las claras sus intenciones (4-1). Luego la puso a velocidad crucero y todo funcionaba a la perfección (8-4). Los constantes cambios introducidos en la cancha por el cuadro canario no daban resultado ante un CV Diego Porcelos lanzado y que paraba en la red todos los intentos de remate del Playa de las Canteras para desesperación de las visitantes (16-9). El partido fue bajando de intensidad, pues las visitantes se vieron incapaces de sacar nada positivo y arrojaron la toalla ante la superioridad de las de El Plantío (25-18).