Con el ánimo de seguir creciendo y con la convicción de fichar por un equipo puntero, las cinco nuevas jugadoras del UBU fueron presentadas ayer. Llevan tres días trabajando y el próximo martes recibirán a las internacionales Mireya Delgado y Sara Hernández, además del segundo técnico, Juan Diego García.
El entrenador, José Miguel Pérez, ratificó su opinión de que su reto es que «todas las jugadoras mejoren individualmente; eso hará crecer también al equipo». Con ese afán las nuevas caras competirán en el UBU. No le preocupan especialmente los cambios en la plantilla porque «todas conocen perfectamente la Liga».
Juliana Ribeiro dejó el Cantabria Infinita la pasada campaña por problemas personales que ya ha superado. Considera que el «UBU es una gran oportunidad».
Irene Cano ha vuelto a Burgos a realizar su proyecto de Ingeniería después de 4 años de estudios y Erasmus en Budapest y Las Palmas. Tenía otras opciones pero «preferí el Universidad de Burgos que es lo que conocía. Haré lo que me pida el entrenador».
Danira Costa jugó en la Superliga 2 con el Murcia y cuando le llamó el técnico «no me lo pensé. Era fácil decir sí. Conozco a Alba y Mireya de las concentraciones nacionales». «Lleva el voleibol en la sangre», destaca José Miguel Pérez. Danira es hija del ex jugador internacional y actual entrenador del Murcia, Venancio Costa; y de la internacional mejicana, Danira Aragón.
Más complicado lo tendrá Chiqui. Jugará en uno de los puestos de mayor responsabilidad, líbero. «Sé que este cambio de posición es una apuesta del entrenador y espero no defraudarle».
Cristina Alves está curtida de partidos duros y competitivos y con ese espíritu llega a Burgos. «Con el Aguere en Burgos siempre hemos jugado encuentros disputados de 3-2 ó 3-1. Me gustan los equipos competitivos y luchadores y el UBU lo es», confiesa.
Diario de Burgos