El Correo de Burgos. El Universidad de Burgos tendrá esta tarde en Menorca (20,30 horas) su primer match ball para meterse en la final de la Superliga Femenina, algo que no ha logrado en su historia. El equipo que entrena José Miguel Pérez hizo los deberes en los dos primeros partidos que se disputaron en Burgos y se impuso en ambos (3-0 y 3-2), por lo que llega a la cita repleto de confianza y con el convencimiento de que si hace las cosas bien se impondrá a un rival al que ha vencido en los cuatro partidos en los que se han enfrentado esta temporada.
Pese a que en el vestuario castellano huyen de toda confianza, el Universidad de Burgos ha demostrado ser superior a un Menorca, que siempre se ha mostrado un escalón por debajo. Si por algo se ha caracterizado el conjunto de Burgos a lo largo de la actual temporada es por su solidez y su potencial colectivo. Es un equipo compacto, sin fisuras, que no tiene puntos débiles y que cuenta con una enorme variedad de recursos para hacer daño a sus rivales.
Precisamente este aspecto ha sido el que le ha permitido superar en los dos primeros partidos de la segunda ronda del play off a su contrincante de esta tarde. En ningún momento el conjunto balear ha logrado frenar al UBU, que sobre todo en estos encuentros disputados en El Plantío fue mejor tanto en el saque como en la defensa, dos facetas muy importantes en el voleibol.
Las dos jugadoras más peligrosas de Menorca son Milagros Moy y Janine Snadell. Son las que llevan el peso ofensivo del equipo y el UBU es capaz de frenar a ambas como ya sucedió en Burgos tendrá parte del camino recorrido hacia la victoria.
Como en todos los partidos, la concentración y la intensidad volverán a ser los pilares sobre los que se deba asentar el juego del equipo castellano. José Miguel Pérez podrá contar con todas las integrantes de la plantilla como ya ocurriera en los dos primeros compromisos ante Menorca, aunque Regi Miloserdova sigue con molestias físicas. No obstante, la ucraniana podrá jugar en Menorca.
El conjunto isleño sabe que no puede fallar más y que una nueva derrota sería definitiva. Este aspecto se puede convertir en un arma de doble filo para el Universidad de Burgos, ya que la necesidad provocará que su oponente juegue con un plus de intensidad, porque sabe que se la juega, aunque las hoy visitantes también podrían jugar con esta circunstancia.
Si las cosas no ruedan bien para Menorca la ansiedad y los nervios se pueden apoderar de la escuadra balear, lo que podría aprovechar el UBU para conseguir el que sería un triunfo histórico, ya que le metería en la final.
Malestar
En otro orden de cosas, en el club burgalés están sorprendidos con algunas informaciones que están apareciendo en diversos medios de comunicación de Menorca. Se habla de El Plantío como «un infierno» y sobre todo se hace hincapié de el trato que la afición burgalesa brindó a Elena Esteban, jugadora que vistió durante cinco temporadas la camiseta del conjunto castellano. En un tono exagerado y catastrófico narran una situación que nada tuvo que ver con la realidad vivida en la cancha.
Todo indica que el único objetivo de todo esto es calentar el choque y espolear a la afición isleña para que apriete tanto al UBU como a los árbitros. Saben que es su última oportunidad y cualquier estrategia es buena.