Diario de Burgos. El Polideportivo Municipal El Plantío dictará sentencia el próximo domingo (12.30 horas). El Universidad de Burgos tendrá que esperar hasta ese día para sellar su pase a las semifinales de la Superliga Femenina tras caer derrotado ayer claramente en Menorca por un Valeriano Allés que se mostró muy superior.
Salió totalmente frío el equipo burgalés al Pabellón de Deportes de Ciutadella y con dos pésimos servicios y un par de remates errados vio como el Valeriano Allés tomaba la primera ventaja (7-3).
Después Kramolc y Ré se bastaron para seguir acrecentando la brecha (12-3), mientras Miloserdova, Chihuán y Mendoza aparecían en contadas ocasiones para intentar frenar el juego del equipo menorquín, más compacto y efectivo.
El 17-8 que reflejaba el electrónico daba buena cuenta del pobre juego del UBU. Sus puntos llegaban con una intermitencia preocupante y nunca logró reducir la desventaja por debajo de los seis puntos.
Soraya Santos y Lucy Suazo entraban en la recta final de la primera manga para tratar de revertir la dinámica burgalesa, pero no lo lograban y las bermellones acababan ganando por un claro 25-16.
El UBU empezó más asentado el segundo set y logró tomar la delantera por primera vez (4-5). Jennifer Mendoza se echó al equipo a su espalda y llevó el 5-10 al electrónico, ventaja que el conjunto burgalés mantuvo con solvencia hasta el 8-13 tras una acción espectacular de Patricia Aranda.
Pero el empuje local no daba lugar a la relajación y poco a poco el Valeriano Allés fue limando su desventaja hasta acercarse a sólo dos puntos (13-15). Se mantuvo la diferencia hasta el 17-19 y un esperanzador 22-24, pero entonces el UBU tembló como un flan ante un Valeriano Allés que supo desenvolverse mejor bajo la presión. Hasta tres puntos de set tuvo el clujb burgalés, pero dos errores de Sara González acabaron por decantar el parcial también para las locales (28-26).
Ceder la segunda manga hizo mella en el UBU, que ya no supo levantarse tras la dolorosa caída después de tener el set prácticamente ganado, y fue un fantasma del equipo que suele ser habitualmente: correoso y batallador.
Por si fuera poco, a las menorquinas les entró todo en el arranque de la manga que iba a ser definitiva, y se escaparon enseguida en el marcador (11-4). Los tiempos muertos solicitados por José Miguel Pérez no sirvieron de nada, ya que no encontró la solución para los males de su equipo.
La ventaja de Menorca cada vez era mayor y casi sonrojante dada la teórica igualdad entre los dos conjuntos (18-7), pero es que las jugadoras burgalesas ya no tenían la cabeza en el partido y habían tirado la toalla con el pensamiento puesto en el partido que decidirá el semifinalista el domingo.
Finalmente, bochornoso 25-12 que ponía fin a un envite que bien pudo acabarse en el último punto del segundo set, donde las jugadoras burgalesas dieron por acabado el partido.