Por los pelos. El Universidad de Burgos obtuvo ayer el pasaporte para los cuartos de final de la Copa CEV, aunque lo hizo con muchos más apuros de los previstos inicialmente. Las burgalesas están en cuartos después de despilfarrar toda su renta y de obetener el billete gracias a dos puntos de diferencia a favor en el average global de la eliminatoria.
Una agonia. Después del 0-3 conseguido en el partido de ida otorgaba a las burgalesas un margen de maniobra lo suficientemente grande como para salvar la papeleta con tranquilidad. Nada más lejos de la realidad. El UBU sufrió como nunca en un partido en el que se vio superado por los cuatro costados, tanto en el aspecto psicológico, como por el juego desplegado por el Zeiler Köniz. Las suizas evidenciaron un perfecto conocimiento de los movimientos tácticos de las castellanas, a quienes les pudo la presión y las actuaciones de una Janina Stradzina que se reveló como la mejor jugadora del partido, dando la razón a quienes apuntaron como clave su baja en el choque de ida disputado en tierras helvéticas.
Después de las tres derrotas consecutivas cosechadas en Liga, la buena imagen ofrecida en competición europea era un acicate más para un UBU que se jugaba la clasificación para cuartos con todos los factores a su favor. El resultado, la moral y el hecho de jugar en El Plantío invitaban a pensar en una tarde-noche cómoda para el conjunto entrenado por José Miguel Pérez.
Pero nada salió como estaba previsto, al menos en el bando burgalés. El empuje lógico inicial de un Zeiler Köniz que se jugaba la vida en cada punto acabó por convertirse en una tragedia deportiva para el Universidad de Burgos. Y eso que las de Pérez comenzaron bien el choque, sin rehuir a la batalla a tumba abierta planteada para su adversario. Tras el 5-5 inicial, las suizas llegaron con una ligera ventaja en el primer tiempo técnico y la grada pronto entendió que el envite no iba a ser coser y cantar.
Todos los aspectos que acercaron al UBU a la vicotira en el partido d eida (la defensa, el bloque y el ataque por el centro), se convirtieron ahora en el mejor alidado de las dde Atay Dogu. Stradzina se conviertió en el brazo ejecutor de un conjunto local que sufrió lo indecible en el bloqueo, el cual siempre llegaba tarde ante la rápida construción del ataque rival. El Köniz se situó con un peligro 11-16, aunque en ese momento las suizas ofrecieron sus primeras muestras de nerviosismo. El UBU respiró con un parcial de 7-2 que igualaba la situación a 18 y este primer set se dicidió en cara o cruz. Aun así, cada vez que las locales daban muestras de poder sentenciar la serie, el cuadro suizo reaccionaba, dejando siempre a remolque a las de El Plantío hasta adjudicarse la primera manga por 23-25.
El 0-1 fue un mazazo para el combinado local, que vió cómo se le escapaba una gran oportunidad de zanjar el asunto. Con todo, el UBU comenzó el segundo set como un animal herido y con un 3-0 de salida parecía poner las cosas claras a su adversario. Este arrbato permitió al cuadro burgalés de gozar de cómodas ventajas en esta primera fase (8-5 y 10-5), pero cuando mejor lo tenían las de Josemi, el Zeiler Köniz hizo una auténtica exhibición de dejadas y fintas a la espalda del bloqueo que martirizaron a un UBU sin capaciadad para contrarrestar estas acciones. Las visitantes comenzaron a recortar diferencias, hasta que con el 16-16 el combinado gualdinegro se le apagó la luz. El juego local era un descontrol y los fallos individuales completaban a los colectivos para ayudar a que el Köniz se pusiera por delante 17-19. Lejos de reaccionar, el UBU se diluyó hasta ceder por 21-25 y entrar en el tercer set con el mismo resultado que en el choque de ida (23-25 y 21-25).
En vista de que el de ayer no era su día, no quedó más remedio que echar mano de la calculadora. A tenor de lo sucedido en la tercera manga del envite disputado en Suiza, el UBU necesitaba 20 puntos para certificar su pase.
Y el sufrim