Daniela Marín disputará mañana su último partido defendiendo la camiseta del Universidad de Burgos. A sus 24 años la jugadora jienense, aunque mallorquín de adopción, se ve obligada por motivos familiares a trasladarse a Palma de Mallorca e, incluso, podría tomar la decisión de abandonar la práctica del voleibol.
Daniela pondrá así fin a dos temporadas en el conjunto burgalés, campañas que vinieron precedidas por un año en el Universidad de Granda, otro en el Tenerife Marichal, dos más en el Ribiera Sacra y su etapa en la Concentración Permanente Júnior que tenía su sede en Pontevedra. En total, diez años practicando su deporte favorito.
La opuesta del Universidad de Burgos lamenta tener que dar este paso. «Por motivos única y exclusivamente familiares debo regresar a Palma de Mallorca y por eso me he visto obligada a renunciar a la convocatoria de la selección. En el club ya saben también mi decisión y que no es probable que pueda volver, por lo que de no producirse un cambio radical me tendré qeu quedar en Palma y encauzar mi vida de otra manera».
De hecho, Daniela Marín no desmiente que tenga que dejar de jugar. «Todavía no puedo tomar una decisión definitiva a este respecto, pero si los problemas familiares que tengo no se solucionan tendré que dar ese paso».
Sobre sus dos temporadas en el Universidad de Burgos, Daniela Marín asegura haber quedado muy contenta. «Creo que han sido dos años muy positivos en todos los aspectos y la verdad es que me he encontrado muy a gusto en el equipo y en la ciudad. La relación con las jugadoras, los entrenadores, la directiva y la afición ha sido muy buena, y la única pena es que no hayamos podido ganar ningún título después de haber tenidos dos copas de la Reina tan cerca».
GISELE Y FERNANDA. El pasado martes el Universidad de Burgos celebró su cena fin de temporada a la que acudieron todas la jugadoras, directivos, patrocinadores y varios aficionados del club.
En ella se hizo entrega de los trofeos a la Mejor Jugadora y Mejor Atacante de la campaña que está próxima a finalizar, recayendo, respectivamente, en las dos brasileñas del equipo, Gisele Florentino y Fernanda Doval.