El Universidad de Burgos regresa con las manos vacías tras caer derrotado inapelablemente por el Ciudad Las Palmas Cantur en un partido donde solo pudo hacer frente en la última manga.
Ya desde el arranque se le puso muy cuesta arriba el primer set a las burgalesas. Con 8-4 José Miguel Pérez se vio obligado a detener el partido para tratar de aclarar las ideas y meter de nuevo a las suyas en el juego. Los remates en zona 4 de Bell rebasaban una y otra vez el bloqueo universitario de Katia y Chihuan. Poco a poco fue recortando distancias el UBU, merced sobre todo a los magníficos remates de Chihuan. Así, las burgalesas se situaron a un solo punto (16-15). Después cada equipo fue haciendo su trabajo al saque. Hasta el 20-19, momento en el que el conjunto canario despertó y endosó un parcial de 5-1 gracias a los grandísimos balones que la colocadora Jana servía a la temible Regla Bell.
El segundo set iba a resultar un calco del primero. Las insulares se escaparon nuevamente en el marcador (8-3), mucho más concentradas de inicio, y nuevamente José Miguel Pérez tuvo que detener el partido. Trató de reaccionar el UBU tras el receso, pero ayer no salía nada a las universitarias, y a pesar de la buena conexión entre Aranda con Mendoza y Chihuan, no se recortaron distancias.
El bloqueo del Ciudad las Palmas brillaba con luz propia y las burgalesas no encontraban la manera de superarlo. Todo unido hizo que las grancanarias siguieran distanciándose en el marcador; sí hasta el 18-12. Ya con cambio de saque finiquitaron el set las jugadoras de Sergio Camarero, que acabaron llevándose la manga por un parcial de 25-18.
En el tercer set por fin las burgalesas lograron tomar el mando de inicio (2-6), merced a los saques de González y Chihuan. No recepcionaban con comodidad las grancanarias el saque del Burgos y parecía que el partido podía dar un vuelco. Justo cuando mejor estaban jugando las burgalesas un parcial de 3-0, volvió a nivelar la contienda. Las anfitrionas mejoraron el bloqueo y con un parcial de 8-1 terminaron de hundir al UBU, que nada pudieron hacer para detener el vendaval atacante grancanario.