El Correo de Burgos. El Universidad de Burgos se topó con el potente CAV Murcia y vio como su victorioso arranque liguero se truncaba por el que es el máximo favorito para dominar en el panorama nacional este curso. Pese a la ausencia de Priscila Rivera (está con su selección), el equipo murciano mostró su potencial en Burgos. A lo anterior se unió que el conjunto burgalés, sobre todo en los dos primeros sets no estuvo fino en la recepción, lo que le impidió tener un ataque contundente. Tampoco en la red le salieron las cosas bien a las de Burgos, por lo que este cúmulo de circunstancias unido a que enfrente había un buen rival provocó el contundente 0-3.
El conjunto de José Miguel Pérez no mostró su mejor cara y estuvo errático en aspectos tan importantes como la recepción y el bloqueo. Sólo en el tercer set tuvo opciones reales, aunque la reacción final del equipo murciano acabó con el partido por la vía rápida. Este choque deja a Murcia como líder en solitario y al UBU como miembro del grupo perseguidor.
El partido ya comenzó mal para el UBU y es que pronto las ventajas comenzaron a ser para las visitantes. Toda la contundencia que exhibía el conjunto murciano en su ataque le faltaba al burgalés en el suyo. Los remates locales no hacían daño y es que su oponente se mostraba superior en la red. Tampoco en la recepción estaban a gusto las de casa, lo que provocó que José Miguel Pérez pidiera el primer tiempo muerto con 2-5.
Sin embargo, el partido no cambió y Murcia seguía siendo el dominador sobre la cancha. El UBU era incapaz de desplegar su mejor juego y no podía con un rival que hasta ese momento se estaba mostrando superior en todas las facetas. Las de casa querían, pero no podían y Murcia se iba en el marcador.
Se llegó al segundo tiempo técnico con 9-16 y ahí llegó una tímida reacción del UBU. Recuperó el poderío en su bloqueo e hizo creer en la remontada, pero su oponente volvió a pisar el acelerador y puso la directa hacia la primera victoria parcial de la tarde (19-25).
Murcia se mostraba fuerte, sólido y lo peor de todo es que el UBU no se encontraba cómodo sobre la cancha, por lo que el choque debía de cambiar de panorama si el cuadro de José Miguel López quería darle la vuelta a la tortilla.
Pero el panorama cambió poco en el segundo set. El cuadro pimentonero seguía siendo superior en la red, hacía daño con su bloqueo y además mantenía su contundencia en el ataque. El UBU seguía sufriendo en la recepción y veía como la mayor parte de sus ataques no llegaban a su destino.
Con 6-11 José Miguel Pérez trató de arreglar el desaguisado con un nuevo tiempo muerto, pero todo continuó de la misma forma. El partido se le escapaba a las burgalesas ante el poderío de un rival que no le estaba dando opción. Se llegó al segundo tiempo técnico con un contundente 9-16 y con un Murcia lanzado hacia el 0-2.
La brecha en el marcador no disminuyó en el tramo final de la manga, e incluso aumentó, por lo que el Murcia llegó muy cómodo a los últimos puntos. Se llevó el set con un contundente 17-25, que dejaba muy claro qué equipo estaba dominando el partido.
La reacción burgalesa no se podía hacer esperar y es que su contrincante estaba a un paso de hacerse con el partido por la vía rápida. El UBU apretó los dientes en esta tercera manga y la igualdad se adueñó del partido y del marcador. Incluso el conjunto local llegó por delante al primer tiempo técnico (8-7).
El bloqueo burgalés funcionaba mejor, los problemas en la recepción eran menores, mientras que Sara González y Regi Miloserdova hacían daño con sus remates. Parecía que el UBU había encontrado la fórmula para luchar de tú a tú ante Murcia, que comenzaba a tener dudas.
No obstante, se llegó al segundo tiempo técnico con 14-16, aunque lo positivo es que el UBU se mantenía en el partido y estaba haciendo pensar a su oponente. Murcia sufría por el centro y el cuadro trataba de aprovechar al máximo esta circunstancia.
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