El Universidad de Burgos decepcionó de nuevo a su afición y se complica sobremanera el pase a octavos de la Challenge Cup. El equipo de José Miguel Pérez, desorientado, no tuvo opciones de victoria prácticamente en ningún momento y está obligado a ganar el próximo fin de semana en Alemania si quiere seguir vivo en competición europea.
Y es que el conjunto universitario parecía ayer un rival menor para el Dresdner. Las alemanas, sin grandes alardes, controlaron el tempo del partido, se apuntaron el primer y cuarto set con una facilidad casi pasmosa e hicieron inútil el buen partido de Yazmina Hernández, única jugadora que mantuvo el tipo en el UBU.
Quizás esta actuación de Yazmina pudo perjudicar al conjunto. Al ser la única en lograr puntos con facilidad, se abusó a la hora de buscarla. Cada jugada de ataque del Universidad de Burgos acababa en colocación en busca de la canaria, por lo que las alemanas no tuvieron excesivos problemas a la hora de plantear su defensa.
Por sui fuera poco, el Dresdner me mostró como un frontón que todo devolvía, mientras que el UBU tuvo serios problemas en el bloqueo y la recepción, con Ana Ramírez, sin que sirva de precedente, fuera de lugar.
El primer set fue jmuestra de lo que fue el resto del partido. El UBU jugaba a rachas, mientras que el Dresdner era mucho más estable en su juego. Cuando el equipo burgalés estaba inspirado era capaz de lograr parciales importantes (6-3 inicial), mientras que el más mínimo bajón lo utilizaba el equipo alemán para establecer cómodas rentas en el electrónico.
Por ello ya en el primer tiempo de partido el Dresdner estaba por encima (7-8). Se notaban nervios e indecisiones en las locales, que no se veían capaces de superar el bloqueo alemán.
José Miguel Pérez pidió su primer tiempo muerto (7-10) al no gustarle lo que presenciaba, pero poco cambió y el Dresdner logró una ventaja de más siete (12-19).
El primer set estaba más que sentenciado, aunque el entrenador universitario intentó revertir la suerte del mismo con un nuevo tiempo muerto (18-25).
En el segundo parcial, sin embargo, estuvo la clase del devenir del encuentro. Aunque las alemanas comenzaron dominando con facilidad (4-9), el UBU reaccionó de forma notoria y se metió en el aprtido. Se logró empatar con rapidez (12-12) y se mantuvo la igualdad hasta los últimos puntos (24-24). Sin embargo, ahí fue donde las alemanas mantuvieron la cabeza más fría. Dos remates de Ssuschke no encontraron oposición y certificaron el 0-2 en el marcador (24-26).
Ahí finalizaron las opciones de reacción del Universidad de Burgos, pese a que logró apuntarse el tercer set. En él el UBU fue a remolque durante muchos minutos (4-8, 12-15, 16-18), pero un gran parcial de 4-0 le dio ventaja al equipo universitario (20-18). Por una vez el equipo burgalés supo mantener su renta y un remate de Yazmina acortó diferencias (25-23).
A pesar de ello, el cuarto set de nuevo mostró un UBU inferior. Las primeras ventajas le correspondieron (5-3), pero pronto se esfumaron, el Dresdner tomó la delantera (10-11, 14-15), hasta que un parcial de 0-5 (15-15, 15-20) dejó sin capacidad de reacción a las de José Miguel Pérez, que no supo encontrar soluciones.