Correo de Burgos. El Universidad de Burgos suma y sigue. La escuadra castellana no dio ninguna oportunidad al Cala de Finestrat en Benidorm y demostró sus intenciones de seguir luchando por la cabeza de la tabla clasificatoria en la Superliga Femenina.
El cuadro de José Miguel Pérez completó un partido muy serio y puso contra las cuerdas a un Cala de Finestrat impotente que, en ningún momento del choque, vio la posibilidad de alzarse con el triunfo final.
En el primer set el equipo burgalés ya comenzó a dar síntomas de lo que iba a ser el partido. Un equipo muy potente en su zona de ataque, bien organizado en defensa y sin fisuras en lo que se refiere al aspecto táctico durante todo el choque. Con todo ello, el equipo tomó rápidamente las riendas del encuentro con un 7-8, fruto del fuerte ritmo que imprimía en ataque. Simplemente con ganas e ímpetu el Finestrat logró empatar la contienda (15-15), aunque luego fue perdiendo paulatinamente la intensidad en su juego y cedió definitivamente el primer set por 21-25, resultado con el que se llegó al término de la manga con una excelente actuación de las ex de Playas Pepo Garrido y Marcelinha, que volvían de nuevo al pabellón L Illa de Benidorm tras su paso por el club alicantino.
El segundo set estuvo de nuevo dominado por las burgalesas, con parciales contundentes y un buen inicio en ataque del equipo de José Miguel Pérez imposible de defender por el Finestrat. El primer empate en el marcador se produjo en el punto 6, donde parecía que se iban a igualar las fuerzas, pero las de Burgos siguieron con su ímpetu y siguieron gobernando el marcador con parciales de 12-19, 14-20 o 18-21. Incluso se llegó a pensar en un posible empate, pero era finalmente el UBU quien se alzaba de nuevo con el segundo set en un apretado 26-28 que dejaba prácticamente sentenciado el encuentro. A las jugadoras locales, que apenas podían soportar la avalancha que se les venía encima, se sumaba una escasa plantilla que comenzaba a hacer mella en el cansancio del equipo.
El tercer set fue un paseo militar para las de José Miguel Pérez, que poco a poco fueron minando la capacidad de reacción de las locales ya que, desde un principio, se pusieron con ventaja en el marcador (3-5) y ya no cedieron esta renta hasta sentenciar el set y el partido. En esta fase se notó mucho la altura del ataque burgalés.