Correo de Burgos. El Universidad de Burgos se impuso por 1-3 al farolillo rojo de la tabla clasificatoria, el Traysesa Santa Cruz, en un choque más igualado de lo que dice el resultado final, y en el que las locales se revolvieron de lo lindo para impedir el triunfo final de las castellanas, que encontraron en la defensa local un muro casi numantino que les llevó a tener que esforzarse de lo lindo para hacer valer el peso de la lógica.
Ante el segundo clasificado de la competición el Traysesa comenzó como es habitual, aguerrido, con mucha intención… pero por detrás en el marcador ante un UBU que intentó llevar la iniciativa. La recepción del cuadro tinerfeño tuvo una ligera mejoría, así que aunque el choque se mantuvo igualado, el CV Diego Porcelos controlaba la situación.
Ello pese a que la recepción local comenzó a convertirse en el mejor baluarte local, con unas Lili Fernández y Elsa Baquerizo superlativas, no sólo lograron igualar el encuentro, sino superar a todo un conjunto burgalés que no se esperaba una mejoría defensa-ataque de las chicas de Francis Hernández. Con 18-14 el Traysesa se mostró sólido en todas sus líneas y puso al conjunto burgalés en un apuro serio en el primer set.
Pero las chicharreras volvieron a quedarse a las puertas, como suele suceder esta temporada. A pesar de la ventaja adquirida el UBU tuvo mucho que decir, ya que logró solventar la papeleta con un parcial de 4-11 con el que lograrían ganar el primer set.
En el segundo set el cuadro de José Miguel Pérez se mostró superior al principio. Tuvo que aguantar los tirones irregulares del Santa Cruz, que tan pronto igualaba, como se venía abajo, en función de la inspiración de su ataque, puesto que su recepción no aguantó la imaginación y los recursos atacantes del UBU. La historia volvió a repetirse, el Traysesa volvió a coger ventaja de hasta seis puntos 17-11, en otro momento de fortaleza defensiva del conjunto local que atoró a las visitantes.
El combinado universitario, contra las cuerdas de nuevo, no asumía el marcador en contra (19-12). Las burgalesas, en franco retroceso, perdían opciones a cada paso. La habitual pájara local llegó para que las castellanas recortaran las diferencias y se pusieran a cuatro puntos (21-17), pero no, esta vez no se encogió, y el conjunto de Francis Hernández igualó el choque al ganar el segundo set 25-18.
El tercer set se lo tomó casi de forma sabática el Traysesa, que fue todo el rato por detrás en el marcador, con una ventaja sangrante que osciló entre los siete y los nueve puntos, sin posibilidad de recortar distancias ni de dar otra posible sorpresa. Aún así el ritmo fue lento y con un UBU que hizo prácticamente lo que quiso para llevarse el set.
La igualdad en el marcador y en el juego volvió en el cuarto set, en donde la irregularidad del juego de ambos contrincantes fue la nota predominante. El final del set resultó ser muy emocionante, pues cualquier cosa podría ocurrir, un quinto set, si el Traysesa ganase, o el final del choque si el Burgos se mostraba resolutivo.
El arreón final del UBU no estuvo exento de fortuna, ya que el bloqueo en la red del Traysesa hizo fallar continuamente a las burgalesas que, no obstante, se llevaron un encuentro más bien gris del segundo clasificado.