El Universidad de Burgos salió derrotado en su vista a Marratxí ante el Oxidoc Palma en un partido de claro color local y en el que el conjunto burgalés no estuvo a la altura de un entonado conjunto mallorquín, merced a las múltiples bajas con las que se presentó el cuadro de El Plantío en suelo balear (con la mitad del equipo titular en el dique seco por las lesiones).
Las locales sumaron una clara e importante victoria ante el segundo clasificado de la Superliga Femenina y que refuerza moralmente a un equipo que pasa un difícil y complicado momento, ya que sus jugadoras no cobran sus emolumentos desde hace varios meses.
El equipo de Pascual Saurín tuvo que trabajar de lo lindo sobre todo en el primer set, porque en los otros dos arrollaron a un decepcionante Universidad de Burgos que perdió mucho potencial con las ausencias de Regina Miloserdova y el concurso, todavía mermadas de facultades, de las jugadoras María José Garrido y Marcelinha.
El primer parcial fue el más igualado y las ventajas, aunque locales, eran mínimas. El hándicap del equipo mallorquín fue que Estela, lesionada, se tuvo que retirar y el equipo lo notó mucho. En su lugar entró una entonada Costa que junto con Carla Dias se convirtió en la referencia de las locales.
El segundo set tuvo claro color balear y, con Costa muy entonada, el Oxidoc Palma empezó a jugar un voleibol muy bueno con grandes remates de la propia Costa y de Moreira. El conjunto burgalés lo intentaba pero no le salía nada y sucumbía ante al superioridad de las baleares. Soraya dos Santos y Sara González fueron las encargadas de llevar el ataque, pero se encontraron con dos auténticos muros como son las centrales mallorquinas. Los fallos en el ataque del UBU facilitaron el despegue imparable del Oxidoc.
El último set fue un festival local, con parciales muy claros de las de Oxidoc Palma, que evidenciaron el claro dominio de las baleares. El equipo que dirige José Miguel Pérez se quedó en sólo diez puntos. El 8-1 inicial fue un parcial demoledor que volvió a sentenciar a un CV Diego Porcelos que en ese momento estaba fuera de la pista y no daba una a derechas.
Las cosas iban de mal en peor y pese a que el técnico asturiano dio entrada a varias jugadoras del banquillo, la imagen del equipo fue muy pobre. Las burgalesas no pusieron ya resistencia y se vieron arrolladas por las mallorquinas