El UBU arrancó el choque dispuesto a repetir la sorpresa protagonizada ante Albacete. Aunque la igualdad marcó el inicio del partido, eran las verdinegras las que parecían llevar la voz cantante (5-4). Menorca no se inmutó. Su juego, solvente en todas las facetas pronto le dio su primera ventaja, llegando al primer tiempo técnico por delante (6-8). Chihuán mantenía a flote a un equipo local que echaba de menos a Sara González. Insuficiente balance si quieres sorprender a un líder que amplió su renta a paso lento pero seguro. Tras el segundo parón (11-16), el UBU dio una vuelta más de tuerca, Menorca se confió y con Katia Rodrigues al saque, las castellanas firmaron un 5-0 que las metía de lleno en el set. Era el momento de las burgalesas, que se situaron con dos de ventaja (19-17), cerrando un parcial de 8-1. Miloserdova apareció en escena y el UBU adquirió una renta casi definitiva (22-18). Y ahí estaba Chihuán para que no se escapara el primer set (25-20).
Herido en su orgullo, Menorca intentó recuperar el norte. Las visitantes no cejaron en su empeño de cambiar el guión, pero el UBU se mantuvo en su sitio en el primer tiempo obligado (8-7).
Las visitantes se entonaron con un 0-3 rápidamente frenado desde el banquillo por el técnico local José Miguel Pérez. Poco a poco, el intercambio de puntos se decantó hacia el lado del equipo verdinegro, que logró igualar e incluso adquirir una ventaja de tres puntos (19-16) cuando el parcial encaraba su fase culminante en un lance calcado al del primer set. Chihuán acercó un poco más a las locales (21-17), quienes amarraron su recepción al dar entrada a la recuperada Ana Ramírez (23-19) y sentenciar así el que sería el 2-0 (25-21).
Ahora sí, el Menorca ofreció los primeros síntomas de reacción seria con un 2-6 de salida apoyado en las imprecisiones de las burgalesas, obligadas a pedir tiempo muerto para llegar el parón tecnico 5-8. El UBU pendía de un hilo y se hacía urgente protagonizar la tercera remontada (7-12), aunque las vibraciones no eran las mismas que en las dos primeras mangas (9-15). A pesar de todo, el UBU apretó y dejó la desventaja en un 15-17 esperanzador. Ramírez volvió a cancha y el cuadro local dio otro mordisco a la manzana (18-19 y 20-21). Rodrigues cimentó el empate a 21 y el UBU tenía toda la fe del mundo, sobre
todo cuando Chihuán culminó la machada (22-21). Pero el trabajo no estaba finalizado. De hecho, fue Menorca la que tuvo la primera bola de set con el 23-24 que el UBU salvó con acierto. Lo hizo una segunda vez (25-25), aunque Menorca también tuvo arrestos para contener el primer match ball local y alargar a la tercera su hilo de vida gracias a la ayuda de la árbitro principal en el lance decisivo (26-28).
Las de Pérez acusaron el golpe, aunque el partido fue fiel al guión marcado (6-6), con una mínima ventaja para las verdinegras de 8-7 en el primer parón técnico. El bloqueo dio un respiro a las de El Plantío, que gozaron de una máxima renta de tres puntos (14-11) mediado este cuarto set antes de obligar a Adrián Fiorenza a parar el partido con el 16-12. El UBU creció hasta el 19-13 y tenía la victoria en su mano. Otra vez. Con el 21-14 el Menorca recurrió a su segundo tiempo, pero las de Pérez no debían desaprovechar su la ocasión a pesar del 0-3 visitante. Casa pasito costaba un mundo, pero el 23-19 auguraba una buena noticia. Chihuán la certificó con un trallazo que se incrustó en el corazón del cuadro rojo.
Parciales: 25-20, 25-21, 26-28 y 25-19
Universidad de Burgos: Patricia Aranda (4), Leyla Chihuan (23), Jennifer Mendoza (9), Katia Rodrigues (16), Sara González (11), Regina Miloserdova (16), y Lucy Suazo (Líbero). Noemí Coloma (-), Ana Ramírez (), y María López (-)
Valeriano Alles Menorca: Fluvia Dias (11), Mª José Garrido (16), Petra Kramolc (11), Marcela Ré (19), Yoraxi Meleán (2), Ati García (11), y Nine Larroza (líbero). Alejandra García (), Stephanie Van Bree (1), y Elena Esteban (-).