Miranda vivió ayer un día histórico al disputar su equipo, por primera vez, un partido en la Superliga Femenina. Fue el arranque de temporada, el primer encuentro de un campeonato que se prevé igualado, y las mirandesas, a pesar de que le echaron garra y no dieron un set por perdido, acabaron sucumbiendo a la calidad del Avarca de Menorca, actual campeón de la Copa de la Reina.
Tras disputar una buena pretemporada, en la que las jugadoras se han ido conociendo y adaptando su juego, ayer era la prueba de fuego. Y pese a que acabaron cayendo derrotadas y se vieron errores, sobre todo en recepción y en bloqueo -las rojillas sumaron 6 frente a los 12 del Menorca-, el equipo no dio mala imagen. Falta trabajo y seguir mejorando.
El primer set fue muy trabajado para las locales, que aprovecharon los errores de las visitantes para sumar hasta diez puntos. Terminaron imponiéndose por un ajustado 25-23, gracias especialmente al ataque de Gracieli do Monte, que estuvo muy acertada.
Pero el Menorca no se rindió y en el segundo set las de José Llorens fueron superiores claramente, demostrando su potencial en la red, sobre todo Irene Cano. La afición local, con gritos de ‘sí se puede’ dio todo su apoyo a un equipo que trató de reaccionar y, tras el segundo tiempo técnico, consiguieron acercarse en el marcador (14-21). Pero la diferencia era tan grande que no consiguieron remontar. Les faltó confianza.
El tercer set comenzó con dominio local que tomó ventaja de hasta seis puntos (12-6), pero finalmente también terminaron cayendo. La remontada era difícil para el Atlantic Holding, pero cerca estuvo de lograrlo. En el cuarto set la diferencia de hasta seis puntos de las visitantes fue neutralizada por las mirandesas (21-21), pero en el tramo final del parcial el Avarca impuso su mayor experiencia y se llevó el set y el partido.
Diario de Burgos