El Correo de BurgosEl Universidad de Burgos superó por 3-0 a un Tenerife que está muy lejos de ser el aquel temible equipo que arrasaba en territorio nacional. En estos momentos el cuadro burgalés es netamente superior al cuadro canario y lo demostró en el primer set en el que dejó en 8 a su oponente. Aunque las de casa fueron de menos a más, dejaron que su oponente se fuera metiendo en el partido, aunque siempre dio la sensación de que el equipo de Burgos estaba un escalón por encima de Tenerife.
El exceso de confianza jugó una mala pasada a un UBU que tuvo en Soraya Dos Santos a su integrante más determinante pese a que prácticamente acababa de aterrizar en territorio español. La victoria mantiene en la segunda posición al conjunto burgalés, que sigue siendo una de las referencias de la Liga.
Pronto se pudo comprobar que el nivel de uno y otro equipo era muy diferente. El conjunto burgalés marcó las diferencias desde el inicio. Con un 11-1 de inicio el primer set estaba más que encarrilado y es que Tenerife ofrecía muy poco. Se veía superado en todos los aspectos del juego y lo mejor para el UBU es que no parecía que pudiera dar la vuelta a la tortilla.
El conjunto castellano era superior en la red, hacía daño con su saque y se mostraba contundente en sus acciones ofensivas. Las de casa se limitaban a mantener un ritmo constante, sin forzar en exceso la máquina y sin bordar el juego, pero era suficiente para pasar por encima a un oponente muy paupérrimo.
Con un tanteador muy favorable a las locales fue transcurriendo una manga que se fue para el lado burgalés por un 25-8 que dejaba muy claro qué equipo había sido el claro dominador sobre la cancha.
Mucho se tenía que torcer el encuentro para que no acabara en el zurrón del UBU por la vía rápida y es que se mostraba muy superior a un contrincante que parecía no haber aterrizado todavía, por lo que si el cuadro que dirige José Miguel Pérez mantenía el ritmo Tenerife caería por su propio peso.
Sin embargo, el segundo acto comenzó de forma desastrosa para las de casa (0-4). Tenerife dominaba con claridad ante un UBU que tenía en la recepción uno de sus males. Pero el juego local se fue ajustando, lo que unido a las miserias tinerfeñas provocó que el marcador se volteara antes del primer tiempo técnico (8-7).
Con el paso de los puntos el guión comenzó a ser el mismo que en el primer set, aunque el UBU había perdido intensidad, lo que provocaba que las diferencias fueran menores, aunque no daba la impresión de que Tenerife pudiera poner en apuros al equipo burgalés.
El parcial volvió a decantarse a favor de los de casa por 25-19. El juego del UBU había decaído y había sido irregular, aunque era suficiente para seguir siendo mejor que un Tenerife que hacía una cosa bien y tres mal.
Parecía que el tercer set acabaría en el tanteador de las casa sin dificultada alguna, pero no fue así. El UBU tuvo el dominio del marcador desde el inicio y llegó con una ventaja tranquilizadora (24-20). Pero un parcial de 0-5 provocó que la parroquia local tuviera que sufrir más de lo esperado. No obstante, el equipo burgalés supo enmendar la plana para imponerse por un apretado 29-27.