El Universidad de Burgos consiguió una nueva victoria liguera ante Toledo que le mantiene en el grupo de cabeza y que le permite seguir aspirando a todo en el torneo de la regularidad. Se ha impuesto la lógica y el equipo burgalés ha demostrado que las diferencias existentes entre ambos contrincantes en la clasificación no son una casualidad.
El cuadro manchego sólo aguantó el tipo en los dos primeros sets, aunque siempre fue a remolque de las de casa. El UBU siempre demostró estar un escalón por encima de su oponente, que sólo soñó con anotarse alguna manga cuando las locales bajaron el pistón.
El primer set cayó del lado burgalés sin grandes agobios. La mayor igualdad se vivió en el segundo cuando la relajación local estuvo a punto de costarle la manga al UBU, mientras que el tercero fue para el UBU por pura inercia y es que para entonces el Toledo ya había asumido la derrota.
El partido comenzó igualado, aunque siempre fue el UBU el que llevó la manija en el marcador. Pese a todo Toledo se aferraba al set, aunque desde el inicio dio la sensación de que el cuadro de casa tenía una marcha más que su oponente. Las diferencias oscilaban entre los 2 y los 4 puntos, aunque la iniciativa siempre correspondía a las locales. Toledo sufría en la recepción, aunque los centímetros de Prychepa hacían que pudiera mantener el pulso con su rival en la red.
Cuando llegó el último tercio de la manga parecía que el conjunto burgalés podría romper el set en su favor (17-13), pero en un esfuerzo final las manchegas se pusieron a dos tantos (18-16) y obligaron a José Miguel Pérez a pedir tiempo muerto. Las riendas seguían estando en manos del equipo castellano y un parcial final de 6-2 puso en ventaja al UBU en el marcador.
Fueron las visitantes las que comenzaron con mejor pie el segundo set y se pusieron por delante en el marcador. La reacción del UBU fue paulatina y ya en el primer tiempo técnico estaba por delante de su oponente (8-7). En cuanto el conjunto que entrena José Miguel Pérez apretaba el acelerador se distanciaba de su adversario, aunque le faltaba continuidad en el juego.
Tras el 13-9 y con el saque de Prychepa, el UBU entró en barrena y encajó un 0-6 que le permitió a las manchegas llegar por delante l segundo tiempo técnico. El equipo de casa era mejor que su rival, pero no debía relajarse porque su oponente se lo podía hacer pagar caro. El UBU no acababa de carburar en este set y se llegó a los puntos finales con el marcador en un pañuelo (21-21) y con el equipo burgalés falto de inspiración. Pero la mayor calidad de la escuadra local salió a relucir en los tantos finales y otra vez la balanza cayó del lado castellano.
Las diferencias que existen entre ambos equipos quedaron en evidencia en la tercera manga. Parecía que Toledo había gastado toda su pólvora en el segundo set y que no le quedaban fuerzas para aguantar a un UBU que ahora sí se mostraba superior en todas las facetas del juego.
Las diferencias pronto comenzaron a ser muy cómodas, por lo que el partido estaba visto para sentencia iba a concluir por la vía rápida, ya que Toledo había hincado la rodilla y parecía reconocer el mayor potencial de su rival. El parcial fue pasando sin pena ni gloria y cayó en sólo 15 minutos del lado local para dejar los puntos en Burgos.
Parciales: 25-19, 25-22 y 25-14
Universidad de Burgos: Patricia Aranda (1), Leyla Chihuan (2), Jennifer Mendoza (9), Katia Rodrigues (2), Sara González (12), Regina Miloserdova (9), y Ana Ramírez (Líbero). Lucy Suazo (-) y Soraya Santos (6)
Voleibol Toledo: Clara Fernández (3), Vita Prychepa (12), Am ra Solomon (8), Enia Martínez (10), Tianli Liu (2), Alexandra Oquendo (5), y Sara García (líbero).
Colegiados: Rubín Martín (Valladolid) y José Mª Sánchez (Palencia).